El factor fundamental en las herencias es un simple papel, el testamento, no muy caro y que la mayoría de la población se resiste a hacer, ya que significaría reconocer nuestro propio fallecimiento.
Sin embargo, los abogados aconsejan la elaboración de un testamento para así ahorrar tiempo y evitar futuros problemas familiares. Es tan sencillo como dirigirse a un notario, quien nos informará de la legislación española al respecto, y el cliente decide los términos de su testamento, los cuales quedarán registrados.
Si bien es verdad que se rige por la autonomía y voluntad del testador, la ley establece una serie de normas, como por ejemplo el carácter forzoso de los hijos como herederos. Aunque las relaciones padres-hijos a veces no son fáciles, en España los hijos tienen el derecho de heredar al menos un tercio de los bienes, haya o no haya testamento.
Las únicas causas, según el Código Civil, para desheredar a un hijo es “haber negado sin motivo legítimo los alimentos al padre o haberle maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra“, pero estos casos se encuentran en contadas ocasiones.
Pues bien, además del tercio que corresponde a los hijos, encontramos otros dos tercios: el tercio de “mejora”, que puede ser heredado por los hijos, padres o cónyuges, y que se le añadiría al que ya posee por legítima, y el de “libre disposición”, que se puede legar a cualquiera.
El caso más común es el del matrimonio con hijos, en el que suelen pedir la fórmula comúnmente llamada “de ti para mí”, en el que los cónyuges se legan mutuamente todos sus bienes, por lo que si uno muere, el miembro que sobreviva mantiene todo el patrimonio, dejando el tercio de legítima a los hijos.
Uno de los errores más comunes es pensar que al morir uno de los cónyuges el otro lo heredará todo.
La mayoría de las disputas que se dan en despachos de abogados y juzgados son las peleas entre hermanos, ya que los padres tienen potestad para dejar en mejor posición a unos descendientes que a otros.
En cuanto a las parejas de hecho, cada vez se les está dando más reconocimiento, pero a la hora de heredar sin testamento, el miembro de la pareja sobreviviente no recibirá nada del fallecido. De ahí la importancia de hacer testamento, sobre todo en estos casos.
Sin embargo, si el fallecido no tiene pareja, hijos o padres y decide no hacer testamento, sus hermanos, primos, sobrinos y familiares hasta en cuarto grado pueden reclamar sus bienes. Una opción en este caso sería dejar en herencia el tercio de libre disposición a esa mascota que le ha dado tanta compañía durante esos últimos años de vida. El dinero, obviamente, no lo cobrará el animal, sino una institución designada por el fallecido que se encargará de que no le falte de nada.