Debido a la crisis económica que se viene sufriendo desde hace años, se han venido dando consecuencias negativas por culpa de la misma, y una de ellas es: LA MOROSIDAD EN COMUNIDADES DE VECINOS.
Morosos no sólo son particulares, sino que, por sorprendente que parezca, también entidades bancarias. No obstante, hay que tener en cuenta que en numerosas ocasiones los morosos son voluntarios, y no por la existencia de circunstancias que les impiden abonar su cuota de comunidad, sino porque deciden que no pagan porque otros no pagan, o simplemente porque no quieren pagar, pues piensan que no habrá consecuencias negativas para ellos. EQUIVOCADOS ESTÁN.
Si una comunidad de vecinos no tiene vecinos que abonen sus cuotas comunitarias, no solo no podrán afrontar los gastos de luz y agua de las zonas comunes, sino que además, se verán imposibilitados para poder realizar reformas con el fin de mejorar las zonas comunes y adaptarlas en beneficio de aquellos vecinos que necesiten de esas mejoras para poder transitar con mayor facilidad por esas zonas comunes. Tal puede ser el caso del vecino del tercero que va en silla de ruedas y necesita de una rampa en la zona donde sólo hay escalones y por donde tiene que transitar para poder acceder al ascensor. O también el caso de la pareja anciana del cuarto, que necesita de la instalación de un ascensor para poder bajar y subir de su vivienda tantas veces como deseen o necesiten, evitando así la situación de que decidan quedarse en casa por el enorme esfuerzo que les supone bajar a la calle y volver a subir. Posiblemente de esta forma se evitarían muchas depresiones entre nuestros mayores que ven que ante la dificultad de salir a la calle, pasear y relacionarse con otras personas, no les queda más remedio que quedarse en casa.
No, no estamos ante una situación que no conlleva graves consecuencias, estamos ante un VERDADERO PROBLEMA.
Ya no se trata solo de que si no se paga la luz, pues no hay luz en la escalera y ya está, sino que si no se paga la luz de la comunidad, el ascensor no funcionará y la mujer que precisa de silla de ruedas para moverse, no podrá acudir a su médico por no poder bajar de su vivienda situada en la cuarta planta. Se trata de que ante la imposibilidad de estar al corriente de los gastos comunitarios, aún es más imposible poder realizar las obras necesarias para rehabilitación y adaptación de las comunidades para el bienestar de aquellos vecinos que lo necesiten.
Por todo ello, es preciso erradicar el problema cuando empieza a perfilarse, y para ello, en algunas ocasiones es necesario acudir a la vía judicial. Si como administrador de la comunidad se tiene un abogado, eso facilita mucho las cosas, pues además de las funciones meramente administrativas, también, de ser preciso, realizará actuaciones judiciales buscando siempre el bienestar de la comunidad.
Si necesita asesoramiento sobre esta materia, no dude en ponerse en contacto con nuestro despacho. Estaremos encantados de atenderle.
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